domingo, 12 de diciembre de 2010

31 Aniversario de Graduados de las Promociones MTM(Av)(F) Teodoro Rivas y ST2(Av)(F) José Daniel Bello

Tal día como hoy, 12 de Diciembre, hace 31 años, en la rampa de Operaciones de la Base Aérea "El Libertador" en Palo Negro, con un gran esfuerzo y después de cumplir con todos los requisitos exigidos, los hombres y mujeres  integrantes de las Promociones MTM(Av)(F) Teodoro Rivas (Regular 5) y ST2(Av)(F) José Daniel Bello (Especial Nº 2) de la Escuela Técnica F.A.V, se graduaron como Sub-Oficiales Profesionales de nuestra querida Fuerza Aérea Venezolana. A todos ellos, hacemos llegar nuestras sinceras y cariñosas felicitaciones por tan especial fecha. Igualmente, recordamos con cariño y tristeza a aquellos compañeros que no nos acompañan físicamente, pero que sabemos espiritualmente siempre estarán con nosotros.
Compañeros y Compañeras, en ésta fecha especial, damos gracias a Dios por los que aún estamos en éste nivel terrenal, y les pedimos se cuiden mucho, para que continúen acompañándonos por muchos años más.
También, en ésta fecha decembrina, les deseamos pasen una FELIZ NAVIDAD en compañía de todos sus familiares y reciban un FELIZ AÑO 2011, lleno de dicha, amor, prosperidad, en el cual se les cumplan sus metas y deseos familiares, personales y profesionales, y sobre todo deseamos mucha salud para todas, todos y sus familiares.
Igualmente, hacemos extensivas estas felicitaciones aniversarias, a las Promociones de la Escuela Técnica FAV, que se graduaron igual que nosotros, un día 12 de Diciembre, a todos ellos y ellas ¡FELICITACIONES! por su Aniversario.
Dios los bendiga a todas y todos. Felicitaciones, Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2011.

1 comentario:

  1. Apreciados compañeros les hago llegar esta añoranza escrita por un Aviador insigne de nuestra querida y amada Fuerza Aerea.

    ADIÓS A LOS SUBOFICIALES PROFESIONALES DE CARRERA
    DE LA FUERZA AÉREA.
    De acuerdo a la Gaceta Oficial 5.891 del 31 de julio de 2008 dejaron de
    existir los SOPC., y serán reemplazos por otra categoría de militares.
    Ellos existieron desde 1920 porque había que mantener volando a los
    cuatro aviones que se tenían, pero fue en 1947 cuando la pequeña
    aviación militar se convirtió en Fuerza con más de cuarenta aviones
    americanos y hubo necesidad de una elevada cantidad de suboficiales
    con los modernos conocimientos que requería el exigente
    mantenimiento aeronáutico y demás apoyo logístico como la
    meteorología, la radio comunicación. A partir de 1947 hasta 1949 la
    Escuela de Aviación Militar graduó tres promociones, cada una con más
    de 100 SOPC. Después, la formación de este personal paso a otras
    escuelas.
    Los suboficiales profesionales de carrera, crearon un institución cultural
    moldeada por el amor a mantener disponible la mayor cantidad de
    aviones para que estos pudieran cumplir aquellas variedad de misiones
    que exigía el desarrollo del País, y también formaron parte de las
    tripulaciones aéreas que recorrían los cielos patrios y el de otras
    naciones. Pero esto exigía un esfuerzo más allá de un horario de ocho
    horas diarias. Su horario y los días libres lo establecía la necesidad de
    apoyar el vuelo y en ese sentimiento de perseguir la grandeza de la
    Fuerza Aérea, muchos perdieron sus valiosas vidas al acompañar a los
    pilotos en el cumplimiento del deber que la Patria exigía.
    Ellos fueron nuestros compañeros en aquellas misiones de apoyo al
    descubrimiento de la cabecera del rio Orinoco; al apoyo de las unidades
    del ejército que construían la vialidad de la Gran Sabana y de
    Amazonas, a las poblaciones indígenas llevarles las ayudas que
    necesitaban, apoyar a la Guardia Nacional en los puestos fronterizos y
    aislados con la alimentación, el correo y el relevo de personal, y en otras
    ocasiones, defender la Soberanía Nacional.
    Todos aquellos que conocimos esta cultura heroica y desinteresada de
    los SOPC por la grandeza de nuestra Aviación Militar, debemos sentirnos
    felices de haberla vivido, de haberla compartido y de agradecerle que
    gracias a esa cultura pudimos volar con seguridad. Esta cultura también
    contribuyo que todos fuéramos una gran familia, mediante matrimonios,
    bautizos. Obedecíamos a nuestro himno “Aviadores unidos…” y por eso
    me permito honrar esa cultura con un sincero Adiós de añoranza y
    agradecimiento.
    Maximiliano Hernández Vásquez
    .

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